Ehud Isacoff, es un hombre ciego de 58 años que desde hace 40 años sufría retinosis pigmentaria, una enfermedad que conduce a la muerte de las células sensibles a la luz en la superficie de la retina.
Fue gracias al doctor José-Alain Sahel, y al resto del equipo del Instituto de Visión, en París, Francia, que ha recuperado parcialmente su vista, lo que le ha cambiado enormemente su vida.
De acuerdo a la prestigiosa revista científica Nature, es que se utilizó una técnica llamada optogenética, en el cual se usó la luz para controlar con precisión la actividad de células cerebrales y restaurar la capacidad de detectar la luz.
Es decir, los científicos inventaron unas gafas que le brindan una percepción fantasmal de los objetos en un estrecho campo de visión.
¿Cómo se dieron cuenta de que el tratamiento estaba funcionando? De acuerdo con lo revelado, la primera señal fue cuando el paciente salió a caminar y logró ver las rayas que aparecieron en el paso de peatones. Así lo reveló el Doctor José-Alain Sahel, del Instituto de Visión, en París:
“Este paciente inicialmente estaba un poco frustrado porque pasó mucho –sin ver nada– y el momento en que comenzó a ver algo. Pero cuando comenzó a informar de manera espontánea, pudo ver las franjas blancas que cruzaban la calle, puedes imaginar que estaba muy emocionado. Todos estábamos emocionados".
Por lo anterior, el especialista refiere que aunque el hombre no tiene una vista perfecta, sí hace la diferencia entre la falta de visión y la visión limitada.
"Ver por primera vez y que funciones, es emocionante", afirmó el hombre que se ofreció voluntariamente como sujeto de prueba.
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