Para combatir el tabaquismo, primera causa de muerte prematura en el mundo, el IMSS redobla sus acciones en materia de prevención y tratamiento a favor de derechohabientes que deciden dejar de fumar, y para ello realiza pláticas, talleres, cursos, además de contar en el Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI con la Clínica de atención para apoyar el abandono del tabaquismo.
Edgar Mondragón Armijo, Jefe de Área Médica en la Coordinación Técnica de Excelencia Clínica en Enfermedades Respiratorias e Infecciosas, resaltó que anualmente el IMSS otorga más de 300 mil consultas médicas relacionadas al consumo del tabaco y se podrá dar continuidad ante la recuperación de los servicios médicos.
El Seguro Social tiene un convenio con los Centros de Integración Juvenil para el manejo integral de derechohabientes que desean dejar de fumar, quienes reciben apoyo en sesiones grupales y tratamiento con medicamentos como parches y chicles de nicotina para evitar el síndrome de supresión causado por la falta de esta sustancia.
El tabaquismo incrementa en 96 por ciento la posibilidad de tener una evolución grave en el transcurso de la enfermedad en paciente con COVID-19, si se compara con una persona no fumadora.
El hábito de fumar en pacientes con COVID-19 aumenta en 76 por ciento la posibilidad de ingreso a cuidados intensivos, intubación y fallecimiento, expuso el especialista.
Comentó que el cigarro en su composición contiene alrededor de siete mil químicos, de los cuales alrededor de 70 son cancerígenos, tales como arsénico, alquitrán o uranio.