La aliada y amiga ambiental de Mazatlán, la llamada biobarda ha llegado ya a los dos años de vida.
El proyecto que nació como una barrera ecológica a base de botellas plásticas recicladas y redes en desuso, fue replicado con éxito del aplicado en ríos de Guatemala.
Ahora permanece instalado en uno de los puentes del Estero del Infiernillo, logrando detener tan sólo en un año, del 2019 al 2020 entre 90 y 100 toneladas de basura.
Lourdes San Juan Gallardo, Directora de Ecología Municipal destacó la importancia de que la ciudadanía se sume a mantener activas este tipo de causas y todas las actividades que tienen que ver con el cuidado del medio ambiente.
Precisó que la propia dependencia tiene preparado un programa con talleres gratuitos para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente.
Señaló que pese a cambios de gobierno a nivel municipio o estado, lo importante es que se conserven los proyectos que resultan de eficiencia en la protección del entorno y del bienestar de la propia población, siendo la biobarda, uno de ellos al impedir que un sin fin de desechos termine por contaminar nuestros oceános.
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