"Frente a la amenaza depredadora que pesa sobre el progreso de nuestras sociedades en África occidental, hemos optado por responder con audacia, valentía y cooperación", declaró Achi durante la ceremonia de inauguración en Jacqueville, localidad a unos 60 kilómetros de Abiyán, la capital económica del país africano.
"Sabemos que nuestra responsabilidad es luchar juntos contra este enemigo común, cuyas exaltaciones nos conciernen directamente, indicó, por su parte, Le Drian, al señalar que para combatir el terrorismo hay que "intensificar la cooperación militar, de seguridad y judicial".
Anunciada en 2017, la AILCT ha sido objeto de "un arduo trabajo entre los Gobiernos de Costa de Marfil y Francia", declaró el ministro de Defensa marfileño, Téné Birahima Ouattara.
Según explicó Ouattara, el centro ha sido construido en una superficie de más de 1,200 hectáreas, se han invertido ya en él en torno a 15,000 millones de francos CFA (casi 23 millones de euros) y las obras restantes se estiman en 25,000 millones de francos CFA (38 millones de euros).
La AILCT se basa en tres pilares: es una escuela interministerial para formar a los funcionarios nacionales en la lucha contra el terrorismo, un centro de formación para unidades especiales de intervención y un instituto de investigación estratégica.
Ouattara aseguró que, desde 2018, la AILCT ya ha acogido a más de 500 alumnos en cursos destinados a formar a funcionarios de alto rango y a fuerzas especiales del continente africano; y este año organizó en Abiyán el primer coloquio de investigación sobre la lucha contra el yihadismo.
Con esta academia se pretende formar, en colaboración con varios países -entre ellos Francia- a los responsables en la lucha antiterrorista, especialmente de los países de África occidental, los más afectados por la violencia yihadista.
La inauguración del centro se produce dos días después de un nuevo ataque a las Fuerzas Armadas en el norte de Costa de Marfil por individuos armados, en el que murió un militar marfileño.
El Ejército marfileño es atacado ocasionalmente por hombres armados en el norte y noreste de su territorio, zonas fronterizas con Burkina Faso, país que, como otros Estados del Sahel, padece reiteradamente la amenaza yihadista.
En menos de tres meses se han contabilizado tres atentados atribuidos a terroristas en esa zona del país y el 11 de junio del año pasado al menos diez soldados murieron tras ser atacado un puesto mixto del Ejército y la Gendarmería en el extremo norte.
Costa de Marfil sólo ha sufrido un gran atentado yihadista, en 2016, cuando el grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) atacó un complejo hotelero de la turística playa de Grand Bassam, cerca de Abiyán, donde 19 personas perdieron la vida.
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