En la cuna del narcotráfico, Badiraguato, conocido históricamente por ser una de las regiones de mayor producción de marihuana y amapola en México y la tierra de narcotraficantes como Joaquín “el chapo” Guzmán, ex líder del cartel de Sinaloa y Rafael Caro Quintero, solo por mencionar algunos, ahí, en esa misma tierra, a la que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, le ha tomado un cariño especial, a decir del propio mandatario federal, la siembra de enervantes está en decadencia, ahora el problema son las drogas sintéticas, en específico el Fentanilo.
López Obrador reconoció que existe una ruta desde el continente asiático, que ha inundado de sustancias químicas los puertos del pacífico mexicano y es la nueva modalidad de drogas que se procesan en México y muy particularmente en Sinaloa, donde se ha registrado el mayor número de aseguramientos y decomisos, no solo de droga, sino de laboratorios, en su mayoría en la zona urbana de Culiacán.
El presidente, como en pocas ocasiones, mostró su conocimiento en el tema del narcotráfico, reconoció que la mutación que han tenido las actividades ilícitas obedecen a lo redituable que son las drogas sintéticas, actividad que aseguró se combatirán como parte de su estrategia de seguridad.
A Badiraguato le irá muy bien, dijo el presidente, su gente se lo merece y muestra de ello dijo, es que en esa tierra productiva, crece uno de los programas pilares de su transformación, en Badirguato dijo, se está sembrando vida.
