El caso de Omar Ulises Arcos Moreno parecía haber avanzado luego de que al presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia mañanera de Culiacán, se le planteara la situación del joven de 23 años que permanece en la cárcel federal de Hermosillo y con un estado de salud, no óptimo.
El presidente pidió atención al caso: al propio Omar y a la madre de él, Isabel Moreno, que tiene casi dos meses manifestándose afuera de Palacio Nacional, esperando ser escuchada por el primer mandatario de la nación.
Hasta este viernes 6 de agosto, cuando habían pasado ocho días de la visita de López Obrador a Culiacán, la situación no parecía haber cambiado mucho.
Omar, la semana anterior, desde la cárcel...habló con su esposa, Blanca Quintero Payán y le dijo que no..que nadie se había comunicado con el.
Hablaron sobre una supuesta operación que tiene programada Omar, lo cual argumentaron las autoridades que retrasaría el proceso legal...y él mismo dijo no haber motivo para la intervención...ni estar enterado.
Mientras tanto, la semana pasada , la señora Isabel Moreno, la mamá de Omar, fue buscada en el zócalo de la Ciudad de México, por una persona que se identificó como Gabriel Esquer y dijo trabajar en la presidencia de la República.
Le dijo que tal y como se comprometió el presidente, la Secretaria de Seguridad Pública de la nación, Rosa Icela Rodríguez, le está dando seguimiento al caso y están al pendiente de la fecha de la siguiente audiencia con el juez de Hermosillo.
La madre de Omar le pidió especial atención ese día, porque la familia percibe que el juez no está siendo imparcial y que ha desestimado pruebas de la inocencia de Omar, desde el principio.
