Como es común que pase en las visitas del presidente de la República, grupos de gente se concentran en las afueras de donde será el evento, con la finalidad de hacerse ver por el primer mandatario de la Nación y que se de cuenta por la problemática que pasan determinados grupos o sectores.
En la visita de Andrés Manuel López Obrador a Culiacán, donde supervisaría los avances en el Hospital Pediátrico de Sinaloa, la mayor parte de la gente se concentró en la esquina de la calle Constitución y Vicente Riva Palacio, en la colonia Almada. Casi todos eran del sector salud...y de todo el estado. Reunidos ahí para exponer al presidente, mediante lonas y cartulinas, las irregularidades que están sufriendo en su trabajo los que trabajan en los hospitales públicos del estado..casi todos los mensajes eran alusivos a que pese a que han arriesgado su vida haciendo frente al Covid, sus contratos son cada mes. Como lo explica Rodrigo Almada, quien tiene un año y medio trabajando en el Hospital General de Culiacán, en el área Covid y aun no tiene base.
El sector educativo también tenía algo que decir a López Obrador: de la Universidad de Bienestar Benito Juárez, que en Sinaloa tiene dos campus; uno en Badiraguato y otro en Cosalá, denunciaban que están despidiendo maestros, argumentando que no tienen el perfil académico que se requiere, cuando fueron contratados por tener hasta doctorado. Como el caso de Diego Navarro, cuya madre fue despedida hace un mes de la escuela de Cosalá, donde ahora sólo quedan dos maestros.
Otra de las entradas posibles por donde llegaría López Obrador al Hospital Pediátrico, fue por una de las calles de los costados, por la Rodolfo G. Robles e Ignacio Ramírez. Ahí se apostaron básicamente, los que querían decirle al presidente, que están en desacuerdo con la imposición del certificado de vacunación Covid y en varias lonas externaron su molestia a hacer un trámite de manera obligada.
