Una calle de terracería, en la colonia Felipe
Ángeles de Culiacán, se ha convertido en una calle empedrada...pero
no porque hayan proyectado una via con un toque antiguo, sino que las
lluvias han arrastrado piedras de todos tamaños a la calle José
María Truchuelo,
Es una calle que presenta desnivel en su terreno y
aunque sólo son tres cuadras las que están en esas condiciones, el
problema para las familias que viven en las cercanías, crece en la
misma proporción que se da la crecida del arroyo que se forma cuando
llegan las lluvias.
La esquina de la calle Cruz Gálvez con la José
María Truchuelo, es un remolino de agua el que se forma puesto que
en ese punto, en temporada de lluvias, es como si se juntaran varios
arroyos que se desbordan, teniendo en la incertidumbre a las familias
de esa área.