Hay 2 versiones; una de ellas se remonta a la antigua China, en específico a Los viajes de Marco Polo. En el libro el mercader relata que en una de sus travesías por Asia observó cómo se rompía la figura de un buey relleno de semillas para celebrar el Año Nuevo chino y fue precisamente quien llevó la tradición a Italia, donde se adaptó para conmemorar la cuaresma, de ahí pasó a España y, finalmente, los españoles se encargaron de traerla al Nuevo Mundo y dar un nuevo significado de las piñatas.
La otra versión señala que el origen se debe a la civilización maya, quienes practicaban un juego con los ojos vendados, colgaban con una cuerda una olla de barro llena de cacao y tratar de romperla.
No fue hasta el paso de la Conquista, cuando las piñatas adquirieron un sentido religioso, los monjes las utilizaron como un recurso para la evangelización.
Los 7 picos representan los pecados capitales: pereza, envidia, gula, ira, lujuria, avaricia, soberbia.
El palo representa la fuerza con la que se vence al mal, los ojos vendados representa la fe ciega en Dios, los colores brillantes simbolizan las vanidades del mundo y tentaciones del demonio, a las piñatas se le ponen frutos como mandarinas y dulces diversos hasta cacahuates, son la recompensa por vencer el pecado.
