Las compras de pánico no se hicieron esperar este viernes 24 de diciembre.
El primer cuadro de Culiacán lucía a reventar, parecía que la pandemia había quedado de lado, quizás el sentimiento de que en esta ocasión sí se podrían reunir con sus familiares hacía más algarabía.
Algunas personas hasta cargaban con la piñata para la cena de esta noche, niños desesperados por convencer a sus papás de que les compraran algunos juguetes, mientras las calles quedaban chicas para tantos carros y tanta gente.
Los elementos de las diferentes corporaciones hacen rondines y los tránsitos están agilizar el tráfico.