Pareciera imposible entender como una persona puede cometer un acto tan salvaje como crimen del que fue víctima la niña Alma Delia en el campo agrícola la Capilla, en el poblado el vergel Navolato, sin embargo para el comisionado de enlace con instituciones de la comisión de defensa de los derechos humanos en Sinaloa Óscar Loza Ochoa, esto tiene una explicación y es sin duda una consecuencia del nivel de degradación humana que se ve propiciado no solo por cuestiones culturales donde se normaliza la violencia, sino del entorno que se genera cuando las drogas circulan libremente en un ambiente como el que existe en los campos agrícolas, donde es conocido por todos, menos por las autoridades, que existe una venta libre de drogas alrededor de todos ellos.
Loza Ochoa manifestó que es evidente que los programas que supuestamente se implementan para mejorar las condiciones de vida en los campos agrícolas no funcionan.
Por su parte el presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas en Sinaloa, Gustavo Rojo, además de condenar y lamentar el asesinato de la menor, reconoció que es necesario que se refuercen los programas y acciones orientadas a prevenir este tipo de situaciones, aunque también destacó que se han hecho esfuerzos importantes por parte de los productores agrícolas para mejorar las condiciones de vida de las familias de los jornaleros que vienen a trabajar a Sinaloa.
Oscar Loza también cuestionó que es lamentable que tenga que ocurrir una tragedia como la que ahora se lamenta, para que se anuncien programas asistenciales para este grupo de personas, que históricamente han vivido en condiciones de precariedad.