El
sistema de salud y de seguros médicos en Estados Unidos es bastante diverso, convergiendo diferentes
servicios, alternativas federales o gubernamentales, pero siempre virando hacia la necesidad de contar con un seguro médico
que garantice tranquilidad ante las emergencias y accidentes, siendo
incluso más fundamental en este país que en cualquier otro lugar del mundo, por
los gastos asociados a servicios médicos, que están entre los más elevados a
nivel global.
Los
gastos médicos y la importancia de los seguros
En
promedio, y analizando solo los últimos 5 años, un ciudadano estadounidense
podría gastar anualmente hasta 10.000 dólares americanos en caso de no contar
con seguro médico. Eso representa una
importante suma de dinero para la mayoría de las personas, y eso solo en
caso de que se trate de accidentes o problemas de salud menores y que no
necesiten tantos tratamientos y hospitalizaciones.
Y es
que, en promedio, un ciudadano americano gastará cerca de 55.000 dólares en una
intervención por fractura o, por ejemplo, apendicitis, mientras que si se trata
de lesiones graves y hospitalizaciones derivadas de un accidente
automovilístico, la cantidad a pagar resultará cercana a los 200.000 dólares
americanos.
Ante
esa realidad, la necesidad de un seguro
médico en Estados Unidos roza la obligatoriedad, si bien ya no existen
multas fiscales por no tener un seguro médico, como ocurriera hasta 2018,
cuando la Administración Trump decidió eliminar esta multa quedando solo bajo
la determinación de las diferentes administraciones estadales.
Seguros
de salud públicos y privados
A
pesar de que en Estados Unidos no existe la figura de un sistema de sanidad
universal gestionada por la administración pública, como sí sucede en la
mayoría de países que comparten con esta nación el título de países
desarrollados, sí existen iniciativas y
programas federales que complementan o por sí mismos aseguran al titular y sus
familiares en temas de servicios de salud.
Programas de salud pública en Estados Unidos
Los
más conocidos de este tipo son Obamacare,
Medicare, Medicaid y CHIP.
●
Obamacare: uno de los programas estelares del
gobierno de Barack Obama fue la promulgación de un sistema de salud público que
protegiera a los adultos mayores de 65 años y a personas con enfermedades terminales.
Es precisamente lo que hace Obamacare,
aunque hay que calificar antes para ser beneficiado por este servicio de salud
público cuya cobertura es variable dependiendo de los criterios con los que una
persona califique para el mismo.
●
Medicare: uno de los sistemas de salud
público más complejos de todos los que existen en Estados Unidos. Tiene 4
niveles y están dirigidos a personas de bajos y medios recursos, sobre todo
para adultos mayores, siendo a veces definido como un programa de pensión de salud,
por el público al que está dirigido.
●
Medicaid: es un sistema bastante parecido
tanto a Obamacare y a Medicare, pero está regentado por las
administraciones estatales. Medicaid
está completamente subvencionado por el Estado y va dirigido a adultos de bajos
recursos en edad productiva, cuyos ingresos no permiten costear un servicio de
seguro de salud privado básico.
●
CHIP: es un servicio de seguro médico de salud
público dirigido a menores de 19 años de edad, por lo que se utiliza como un
complemento para otro de los seguros de salud públicos antes mencionados, que
están enfocados directamente en adultos.
Servicios de seguros médicos privados
Las
diferentes compañías de seguros médicos privados en Estados Unidos ofrecen
planes de cobertura únicos o muy distintos entre sí. Cada estado, por lo
general, tiene empresas que se han
especializado en algunos tipos de cobertura, por lo que dependiendo dónde
se encuentre el ciudadano, será conveniente ajustarse a una u otra cobertura.
Generalmente,
se dividen en seguros privados, seguros complementarios y los seguros exigidos
por el Estado.
●
Seguros privados: la variedad de seguros privados de
salud en Estados Unidos es admirable. Generalmente, dan cobertura de servicios
médicos, consultas, hospitalizaciones e intervenciones quirúrgicas. Sin
embargo, la lista de excepciones y requisitos variará enormemente entre
diferentes pólizas, por lo que siempre es conveniente realizar comparaciones
antes de decidirse por uno en específico.
● Seguros complementarios: aunque existirán excepciones, lo general es que los seguros privados no cubran algunos servicios como los medicamentos, los seguros de visión -indispensables para algunos trabajos y que cubren lentes de contacto, cirugías oculares y demás servicios conexos- y los seguros dentales, un gasto que en la mayoría de los casos debe hacerse por separado en Estados Unidos.
● Seguros exigidos por el Estado: si bien no existen multas por no tener seguros médicos, lo que no quiere decir que en la mayor parte de los casos no sea indispensable tener uno para afrontar mejor las emergencias médicas que puedan surgir, sí hay seguros que son exigidos por el estado, dirigidos precisamente a los estudiantes internacionales que están en universidades o secundarias estadounidenses. Estos seguros por lo general son más baratos que los seguros privados y la cobertura esencialmente es la misma. Las administraciones estatales exigen un seguro estudiantil a todos los alumnos internacionales, y el mercado cada vez es más amplio en ese aspecto.
Estados
Unidos es un país reconocido por su productividad, progreso y la calidad de sus
servicios en general. Uno de los
servicios más importantes y conocidos por todos los ciudadanos de ese país es
el seguro médico, que es igual de indispensable que los seguros con
cobertura familiar, los seguros de hogar y hasta los de coches, si bien cada
persona luego analizará a conveniencia cuáles pólizas realmente necesita. Lo
que sí resulta innegable es que tener un seguro médico privado en Estados
Unidos es prácticamente una obligatoriedad, tanto por la tranquilidad propia y
de los familiares, como por la economía a largo plazo, considerando que se
trata de país con el sistema de salud privado más costoso del mundo, tal vez.