De acuerdo con la CONDUSEF, es indispensable que los niños y jóvenes tengan opciones amigables para entender cómo funcionan los productos financieros. Una forma efectiva de concientizar tempranamente a tus hijos adolescentes en este tema es abrirles una cuenta con una tarjeta para jóvenes.
La tarjeta para jóvenes es un
producto similar a las cuentas de ahorro para niños, la diferencia es que le
dan un poco más de libertad al usuario para manejar sus propias finanzas y
pagos en establecimientos.
Son varios los bancos que te permiten tramitar tarjetas de débito para jóvenes desde que tus
hijos tienen catorce años. Esto les da un margen de cuatro años para
familiarizarse con el débito y el ahorro.
¿Cuáles son las ventajas de las tarjetas para jóvenes?
Este tipo de tarjetas generalmente están respaldadas por cuentas de
tipo “depósito a la vista”, es
decir, que el usuario puede retirar parcial o totalmente su dinero cuando así
lo decida.
Existen cuentas para jóvenes más enfocadas al ahorro que no permiten
hacer retiros libremente, pero también ofrecen mejor rendimiento. Algunas de
las ventajas principales de las tarjetas para jóvenes menores de 18 son:
●
Son más seguras que guardar su
dinero “debajo del colchón”.
●
Evitan que tengan que cargar más
efectivo del estrictamente necesario.
●
Funcionan para hacer compras en
comercios como cualquier otra tarjeta de débito.
●
Cuentan con firma electrónica de
seguridad.
●
Ofrecen pequeños rendimientos
sobre el ahorro.
●
Cuentan con Apps móviles para
revisar movimientos y controlar la cuenta desde el celular.
●
Permite hacer compras en línea de
manera segura, utilizando un código de seguridad dinámico.
● Pueden recibir depósitos asociando su número de celular a su cuenta. Esto es ideal ya sea para recibir un regalo de un familiar o un depósito para gastos de emergencia por parte de sus padres.
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Recuerda que cada banco ofrece diferentes beneficios y funcionalidades en sus tarjetas.
Por ejemplo, en algunos casos, las tarjetas ya tienen opción de “pago
sin contacto”, que permite autorizar compras pequeñas (normalmente menores a
$400 MXN) sólamente acercando la tarjeta a la terminal.
A su vez, algunas entidades permiten la opción de darle tu personalidad
a la tarjeta; sin duda, para muchos jóvenes la opción de personalizar su
tarjeta con distintos diseños también puede resultar muy atractiva.
Tarjetas para jóvenes menores de 18: ¿Qué piden los bancos?
Los requisitos para obtener este tipo de productos bancarios son
mínimos. La mayoría de los bancos que los manejan solo piden:
●
Tener 14 años cumplidos y menos de
18.
●
Presentar una identificación con
fotografía.
●
Acta de nacimiento del
beneficiario (u otro documento donde se compruebe que el adulto que acompaña es
el tutor).
●
Ir acompañados del padre o tutor.
●
Presentar una identificación
oficial del padre o tutor.
●
Comprobante de domicilio reciente
(menos de 3 meses de antigüedad).
¿Qué precauciones debes tener si gestionas una tarjeta para jóvenes?
Es importante aclarar que, aunque la cuenta queda a nombre del joven,
el responsable final y quien firma el contrato es el tutor. Es por ello que si
el banco o alguna otra entidad como Hacienda detecta movimientos sospechosos
(por ejemplo, depósitos demasiado cuantiosos), la persona que debe presentar
cuentas es el adulto a cargo.
Otros temas importantes que debes platicar con tus hijos al momento de
darles este tipo de tarjetas son:
●
Qué nunca la pierdan de vista al
pagar en un establecimiento.
●
Que nunca se la presten a sus
amigos ni compartan los datos de la tarjeta.
●
Que sepan cómo funcionan las
domiciliaciones.
●
Que sepan detectar fraudes
telefónicos y en línea.
Este último punto es de los más importantes, ya que los estafadores
cibernéticos están a la orden del día. Los principales riesgos son robo de
identidad, cargos no reconocidos y extorsión.
Es fundamental que tus hijos sepan identificar una llamada, un correo
electrónico o un sitio web sospechoso que aparenta ser de parte “del banco”
pero en realidad no lo es.
Ahora bien, ¿Qué pasa una vez que el joven se convierte en adulto
legalmente? Cuando cumple 18 años, es necesario que acuda con el padre, madre o
tutor al banco a cambiar su cuenta para jóvenes por una que sí esté
completamente a su nombre, de la cual ahora él será el único legalmente
responsable.