Maryam Alsyed Tiyrab, de 20 años, fue arrestada por la policía en el estado de White Nile en Sudán el mes pasado. Ella dice que está apelando la decisión.
La mayoría de las sentencias de lapidación, predominantemente contra mujeres, son anuladas en el tribunal superior.
A los activistas les preocupa que la sentencia sea una señal de que el golpe militar de octubre ha envalentonado a los legisladores para revertir pequeños logros en favor de los derechos de las mujeres logrados bajo el gobierno de transición del país.
El Centro Africano de Estudios de Justicia y Paz (ACJPS), con sede en Uganda, dijo que la sentencia violaba el derecho nacional e internacional y pidió la “liberación inmediata e incondicional” de Tiyrab.
The last time a woman in Sudan was sentenced to stoning for adultery was way back in 2013https://t.co/MY51Ty8mYv
— WION (@WIONews) July 13, 2022
El centro dijo que a la mujer no se le dio un juicio justo y no se le dijo que la información que dio durante el interrogatorio sería utilizada en su contra. A Tiyrab también se le negó representación legal, dijo.
“La aplicación de la pena de muerte por lapidación por el delito de adulterio es una grave violación del derecho internacional, incluido el derecho a la vida y la prohibición de la tortura y tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”, dijo el centro.
En 2020, el gobierno de transición de Sudán, que siguió al derrocamiento de Omar al-Bashir, anunció reformas a algunas de sus leyes penales de línea dura y políticas de la sharia. Las reformas no incluyeron la lapidación, pero en agosto el país ratificó la convención de la ONU contra la tortura. La ACJPS dijo que la lapidación era una forma de tortura sancionada por el estado y violaba las obligaciones de derechos humanos del país.
Jehanne Henry, abogada de derechos humanos, dijo que la sentencia “muestra que en Sudán todavía se aplican severas leyes de la sharia [y] sanciones”.
“El caso de muerte por lapidación es un recordatorio de que las reformas del derecho penal durante el [gobierno] de transición no estaban completas, y que castigos tan duros y arcaicos todavía están oficialmente en los libros”.
La flagelación, que fue prohibida en 2020, todavía se aplica como castigo en los tribunales. El último caso conocido de una mujer condenada a lapidación por adulterio fue en el estado de Kordofán del Sur en 2013. La sentencia fue anulada.
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