La presión ejercida para que permanezcan las fuerzas armadas en las calles de todo el país, tal como fue aprobado por el Senado de la República, pareciera que no solo viene del gobierno federal, sino que la propia Secretaría de la Defensa Nacional es quién impulsa y presiona esta permanencia que le ha dado un poder aún incalculable al ejército mexicano, así lo planteó el comisionado de enlace con instituciones de la comisión de defensa de los derechos humanos Óscar loza Ochoa, quien aseguró que al ejército ya le gustó el poder que le da ejercer las funciones que hoy desempeña y lo que esto implica en el manejo discrecional de recursos.
Loza Ochoa manifestó que otra situación que es preocupante es como “ha faltado a la palabra” el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, que se había comprometido a regresar a los militares a los cuarteles y hoy hace lo contrario, creando nuevos acuerdos sin tomar en cuenta a la población que lo apoyó con su voto y que se creyó lo que prometió en campaña.
Óscar Loza también comentó que hoy mas que nunca se pone en duda la honorabilidad de las fuerzas armadas con las filtraciones que surgieron a partir del hackeo a los servidores de la SEDENA donde se da a conocer situaciones irregulares, que desde los altos mandos militares se han orquestado como bloquear procesos en el caso del asesinato de los normalistas de Ayotzinapa, cuando en el discurso se habla de transparencia y en los hechos se hace lo contrario.
Con respecto al espionaje que según las mismas filtraciones hechas tras el hackeo y evidencias de que la SEDENA sigue operando el software “pegasus” para espiar a periodistas y defensores de derechos humanos, es un caso que se debe de aclarar desde el gobierno federal y determinar si la SEDENA está operando este espionaje a espaldas del presidente o de donde sale esta orden para realizar tareas de espionaje.
