“Desastre” es la palabra que define a las consecuencias que ocasionó la ola de violencia del pasado jueves en Sinaloa, tras la captura del hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
José Miguel Loredo, Comisionado para la Industria en el Colectivo de Organizaciones y Empresarios 33, admitió que los empresarios tratan de tener una cara sonriente, pero con ganas de llorar, pues todos tienen puesta la mirada en el estado de Sinaloa y no de forma positiva.
Añadió que como sector productivo se tiene la obligación de ser optimistas, sin embargo también se tiene que ser realistas, mencionando que los seguros, ni el gobierno pagarán los daños y que dejaron los atentados.
Además de la imagen que se deja ante los inversionistas extranjeros, quienes se encuentran paralizados hasta garantizar la seguridad de negocios en el estado de Sinaloa.
Miguel Loredo, dejó en claro que las cifras en pérdidas que hasta el momento se han dado a conocer, no se acerca ni un poco a los montos reales, pues hasta el momento, no hay forma de estimar los daños en patrimonios.