Al final abrazos, agradecimientos, selfies, videos… notorias evidencias de una efusiva forma de reconocer la labor del Alcalde y su equipo, pero… no todo empezó de la forma anteriormente descrita.
De las 18 sindicaturas Costa Rica es la más grande, así que no se ocupa ser un genio matemático para saber que la asistencia al evento sería directamente proporcional al tamaño de su población, aunque lo que sí no se contemplaba era: que la inmensa mayoría de los ciudadanos costarricenses participaran de manera directa en este encuentro.

El arranque fue áspero pero lleno de sustancia humana, ya que todo empezó con reclamos y expresiones poco gratas acerca de lo que no se había hecho o se había hecho mal en administraciones pasadas. Reiteradamente se abordaba en el discurso ciudadano un malestar casi patológico hacia el quehacer político anterior, ya que manifestaban rechazo, descontento e incredulidad a todo lo que “apestara” a política local, por lo que el ambiente se tornó cuesta arriba para el ejercicio dialógico. Poco a poco y con mucha tranquilidad, el Presidente y sus colaboradores fueron comprendiendo aquel contenido catártico, por lo cual se mostraron empáticos, abiertos y comprometidos con las exclamaciones de cada una y uno de los que tomaron el micrófono, logrando que de manera progresiva se gestara un clima de confianza y fraternidad, que permitió plasmar un mensaje de porvenir en la tinta indeleble de los deberes históricos.
La situación había cambiado de tal manera que ya existía un espacio para entretejer la urdimbre del progeso. Teniendo como recinto el parque “Alejandro Torres”, se establecieron acuerdos, visiones, anhelos, inquietudes, metas y sueños en ese encuentro, dando como resultado una reunión a la altura de las circunstancias y sus circunstantes.

En esta atmósfera inmejorable y auspiciada por una tarde con mucho calor climático y humano, los habitantes manifestaron franca y abiertamente las diversas necesidades por las que atraviesa la sindicatura y sus alrededores:
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Trabajo preventivo para la época de lluvias.
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Cerca perimetral en escuelas y parques.
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Materiales e infraestructura para el trabajo educativo de artes y oficios.
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Drenaje
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Vivienda y láminas para los “sin techo”.
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Alumbrado público.
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Pavimentación de calles.
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Material deportivo.
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Creación y rehabilitación de espacios deportivos y recreativos.
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Construcción y mantenimiento de carreteras.

A cada inquietud y requerimiento expuesto, el Alcalde giró instrucciones precisas para que cada responsbale de área atendiera estas demandas de manera concreta y expedita.
