Los centros penitenciarios de Sinaloa seguirán siendo una bomba de tiempo mientras que la corrupción siga imperando y el crimen organizado siga mandando al interior, así lo manifestó el presidente de la federación de barras, colegios y asociaciones de abogados en Sinaloa, Julio Alvarado Andrade, quién también dijo que la llegada de un nuevo director al centro penitenciario de Aguaruto, tras la destitución del anterior titular, tendría que ir acompañada de nuevas medidas de garanticen el combate a la corrupción en la operación de este centro de detención, ya que ha sido recurrente que una vez que se instala una nueva autoridad en el penal, se corrompe por la presión que ejerce en ellos el crimen organizado.
Alvarado Andrade expuso que históricamente ha sido un secreto a voces, que dentro del penal, quién manda son los grupos delincuenciales, incluso el propio gobierno de Rubén Rocha Moya lo ha reconocido, que es sumamente complicada la operatividad del penal y esto quedado evidenciado cada vez que se realiza un operativo de los denominados esculques, donde siguen asegurando armas largas y cortas, droga y cualquier otro objeto ilícito que es dificil negar que puedan ser ingresados sin la complicidad de quienes operan este centro de detención.
Sobre las declaraciones que recientemente hizo el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, donde justificó el número de homicidios que se han registrado durante su mandato, que ya rebasaron los asesinatos que se registraron en sexenios anteriores, argumentando que es la herencias de los malos gobiernos que lo antecedieron, es una justificación que ya no tiene validez, porque prácticamente está por terminar su sexenio y lo único que demuestra es que su estrategia de seguridad ha sido un rotundo fracaso.