A más de tres meses del asesinato de Maximiliano Corrales, un bailarín y coreógrafo originario del municipio de Cosalá, sus familiares y amigos se manifestaron en la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, en la Ciudad de Culiacán.
El Padre de Max, el señor Gregorio Corrales, aseguró que la confianza al órgano autónomo se ha agotado.
Dijo que la Fiscalía “se hacen sordos” y no les dan avances sobre la investigación.
Con amor y tristeza el Señor Gregorio recuerda a su hijo Max, quien amaba el arte y el baile.
Señaló que la manifestación es un acto de desespero; Aseguró qué hay marchas exigiendo justicia para Maximiliano en Cuernavaca, en la Ciudad de México, en Oaxaca y en algunos municipios de Sinaloa como Culiacán y Cosala.