El aumento en la conciencia sobre las pruebas de tamizaje, que sirven para determinar el riesgo que tiene una persona de desarrollar una enfermedad, ha derivado en la disminución de la mortalidad de algunos tipos de cáncer en México, señaló un especialista.
“En México hemos tenido un impacto positivo del tamizaje. La gente tiene mayor conciencia social, todas las campañas gubernamentales, de hospitales, la industria farmacéutica, las campañas rosas, concientizan sobre que el cáncer es una enfermedad tangible”, dijo en conferencia de prensa el oncólogo Jesús Elvis Cabrera.
No obstante, el experto recordó que el cáncer es la tercera causa de fallecimiento por enfermedad en México y su atención ocasiona altos costos para el sistema de salud y para las familias.
Tan solo en 2021 hubo poco más de 90.000 muertes por esta causa, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Además, entre el 70 % y el 80 % de los casos se detectan en etapas tardías, lo que incide en la alta mortalidad.
Sin embargo, explicó que en los últimos años el tamizaje ha logrado que baje la mortalidad en cánceres como el de tiroides, testículo y mama.
“Si bien es cierto este último tiene una alta incidencia, cada vez es menor mortal porque gracias a la mastografía se puede detectar”, señaló.
No obstante, Cabrera precisó que es importante que se atiendan los factores de riesgo controlables como la obesidad y el tabaquismo, especialmente porque todavía existen cánceres que no tienen una prueba de tamizaje para detectarlos oportunamente y porque es menos costosa la prevención que el tratamiento.
“Es importante estar consciente de que el cáncer nos puede dar a todos, nadie está exento y eso quizá nos invite a ser conscientes a cambiar nuestros estilos de vida y de la importancia del tamizaje, así que si hay un síntoma no hay que dejarlo pasar”, apuntó.
Recordó que actualmente existen medicamentos y terapias que han ayudado también a que esta sea una enfermedad de carácter crónico y no mortal en la mayoría de los casos.
Sin embargo, resaltó que lo más importante es la detección oportuna para garantizar la supervivencia de los pacientes a mayor plazo.
Asimismo, dijo que la atención del cáncer no siempre termina al final del tratamiento activo, pues debe existir un plan de atención de seguimiento que incluya exámenes físicos periódicos u otras pruebas médicas durante los próximos meses y años.
Algunas personas retoman la vida que tenían antes del diagnóstico, mientras que, en el caso de otras personas, la vida cambia significativamente debido a su experiencia con el cáncer.
“El desafío para cada superviviente es descubrir cómo retomar la vida diaria al mismo tiempo que se adapta a los efectos de la enfermedad y su tratamiento”, señaló.