Es claro que la falta de supervisión de las autoridades a los centros de rehabilitación, es la consecuencia de que en Sinaloa sigan brotando casos de personas privadas de la libertad y obligadas a realizar actividades en contra de su voluntad, como ocurrió recientemente con las 57 personas que fueron rescatadas en centros de rehabilitación en Angostura, así lo manifestó el el comisionado de enlace de la comisión de defensa de los derechos humanos en Sinaloa, Óscar Loza Ochao.
Loza Ochoa señaló que desde hace varios años, se ha señalado que no existe un registro oficial de centros de rehabilitación que operan en Sinaloa, dijo que en su momento documentaron que superaban los 400 establecimientos de este tipo y que ni siquiera el 10 por ciento tenía registro para operar.
Tampoco se puede esconder que detras de los centros de rehabilitación hay “un negocio” lucrativo que se ampara en la grave crisis de las adicciones en Sinaloa.
Oscar Loza reiteró que si bien es cierto que los centros de rehabilitación para la atención de las adicciones en Sinaloa se ha visto como un mal necesario que hasta cierto punto cubre un vacío que los gobiernos no han querido cubrir, también es una realidad que existe una falta de interés de los legisladores para garantizar la vida de quienes por necesidad son internados en estos lugares que no garantizan la integridad física y la vida de las personas, que paradójicamente, pareciera que no tiene mas valor que un bien inmueble que se pone bajo custodia de un particular.
