Entrar al muelle del Parque Bonfil en Mazatlán es como viajar al futuro, pero no uno en el que hay tecnología de punta sino uno en el que una de las actividades primarias más importantes del puerto se fue a la ruina y dejó que el óxido devorara barcos que hace unos años cargaban más de nueve toneladas de camarón.
Gaspar Urías Cuadras, uno de los pocos patrones de barco que quedan, dijo con tristeza que solo unas tres partes están trabajando en labores de preparación para el inicio de la zafra, sin embargo toda la flota está en el completo abandono.
En los muelles no han visto a nadie que se preocupe por mejorar la situación. Gaspar dijo que ellos mismos han visto las declaraciones de funcionarios de la materia pero les duele que no hayan ido a ver con sus propios ojos el problema, pues la realidad es muy diferente a lo que ellos mismos manifiestan.
El pescador dijo que la situación es tan dificil que ya no hay personas que quieran ir a pescar y les cuesta mucho trabajo reunir los 7 u 8 elementos de la tripulación necesarios en una embarcación, además de que su generación podría ser la última, ya que los jóvenes no ven futuro en la actividad.
Tradicionalmente la veda camaronera se levanta en el mes de septiembre, sin embargo este año no saben cuándo vaya a mejorar la actividad y cuándo vaya a iniciar, ya que la pesca ilegal ha dejado sin producto a los pescadores.
Será hasta mediados de agosto que verán qué barcos recibirán mantenimiento para prepararse a pescar y tener certeza de cuántos van a echarse el volado de regresar a puerto con suficiente producto.