Desde hace 15 años, el cabo Francisco Jesús López Guzmán ha festejado el Día del Bombero y por sus ojos han pasado un sinfín de experiencias que difícilmente se atrevería a enfrentar cualquier otra persona.
La vida diaria de un bombero esconde mucho más de lo que un civil pueda imaginar; desde el hecho de que tienen entre 40 a 45 segundos para equipar su traje de combate contra incendios, el cual pesa más de 20 kilos, hasta abrirse paso entre el pesado tráfico con un camión de más de 20 toneladas y estar cara a cara con la muerte.
Aunque existen cursos y capacitaciones para enseñar a un novato las técnicas más importantes que debe conocer un experto, la vocación y los años son los únicos que pueden preparar mentalmente a un bombero para poder desempeñar su trabajo.
Cada unidad de atención contra incendios cuenta con el equipo necesario para cualquier eventualidad: desde herramientas sencillas para abrir puertas o romper candados, hasta equipo hidráulico capaz de cortar vehículos, además del equipo esencial de combate contra el fuego, como las mangueras o los extintores.
Francisco se dirigió a toda la sociedad y les pidió ser cooperativos con los bomberos facilitando su transito en las calles y no obstaculizando tomas de agua en los estacionamientos. Así mismo, agradeció el esfuerzo de todos sus compañeros y de todos los bomberos de México.
