El pasado fin de semana, un sorpresivo ataque lanzado desde la Franja de Gaza por parte de Hamás hacia Israel ha desencadenado una serie de acontecimientos preocupantes en la región. Como respuesta, el gobierno israelí anunció formalmente su entrada en guerra, autorizando acciones militares significativas contra los militantes palestinos.
En las últimas 24 horas, las fuerzas israelíes continúan combatiendo para eliminar a los grupos de militantes refugiados en varias localidades del sur de Israel. Muhammad Deif, líder del ala militar de Hamás, justificó el ataque argumentando el fin de la impunidad israelí, señalando la ocupación de Cisjordania, las incursiones en la mezquita de Al-Aqsa y la detención de miles de palestinos en cárceles israelíes como factores determinantes.
La situación se mantiene tensa, con tanques desplegados en el sur y la posibilidad de una intervención terrestre en Gaza. Mientras tanto, la Franja de Gaza, controlada por Hamás desde 2007, sigue siendo un punto focal de conflicto en la región, con graves problemas humanitarios y económicos que persisten.
