En denuncia de un continuo hostigamiento y persecución política que ha afectado a la institución y su personal por más de un año, Robespierre Lizárraga Otero, encargado de rectoría en la UAS, señala violaciones de derechos hacia la comunidad universitaria, sugiriendo que estos actos buscan socavar su autonomía.
El encargado de rectoría afirma que el gobierno estatal tiene la intención directa de actuar en contra de la universidad, poniendo en riesgo su autonomía, un principio fundamental para el funcionamiento independiente de las instituciones educativas. Destaca la importancia de defender la autonomía universitaria y anuncia la realización de más marchas y manifestaciones en caso de ser necearías como medida para denunciar públicamente el hostigamiento.
A pesar de las dificultades, Lizárraga asegura la resistencia de la universidad y la continuidad de sus actividades.