Griezmann y el histórico gol 174: "Tenía ganas de llorar"


El francés hace historia
Griezmann y el histórico gol 174: "Tenía ganas de llorar"
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Por CARLOS RENDON

jueves, 15 de febrero de 2024 10:45

Antoine Griezmann, delantero del Atlético de Madrid y homenajeado este jueves en el estadio Cívitas Metropolitano por ser el máximo goleador de todos los tiempos del club, recordó que "tenía ganas de llorar" cuando marcó el tanto número 174 con el que superó el récord de Luis Aragonés en la Supercopa de España contra el Real Madrid, el pasado 10 de enero.

"Me acuerdo en el descanso, que el Cholo (Simeone) habló, los compañeros hablaban y yo tenía ganas de llorar. Estábamos en el partido, con los nervios del encuentro. Y es después del partido, con ganas de llorar, cuando vuelvo a pensar en todos los primeros minutos y cómo nos costó a mí y mi familia ser un jugador importante", rememoró.

"Todo parte de la gran asistencia de Rodri (De Paul). Al final, no soy un gran regateador. Vi a Rudiger de frente y me salió ese regate. Al final, con la derecha intenté tirar lo mejor posible y con suerte fue gol. Me salió así, de causalidad, porque no soy un gran regateador. Al final, vas viendo compañeros que los hacen, partidos por la tele y se te queda algo en la cabeza y me salió así", rebobinó el atacante francés.

Aquel gol en Riad, con una bonita acción individual culminada con un derechazo, fue en el minuto 37. Una diana para la eternidad en el Atlético. Ya la divisaba en la pretemporada. "Ya iba avisando a los compañeros que iba a tirar muchas veces a portería. Sabía que estaba cerca. Sin querer, tiras más a portería; vas buscando más el área rival. Cuando estás a uno, estás ansioso. Mi último deseo era hacerlo aquí en casa, pero nos tocó en Arabia", explicó.

"Hay muchos nombres y leyendas del club, que han marcado épocas aquí, y estar yo tan arriba es algo que me da mucho orgullo y disfruto cada día", contó en el programa de televisión que diseñó el Atlético en el auditorio del estadio Cívitas Metropolitano para honrar a su máximo goleador de la historia, en unos días sin partido entre semana.

Acompañado de su familia, todos sus compañeros, con la presencia de las hijas de Luis Aragonés y Adrián Escudero, los goleadores históricos (173 y 169 tantos, respectivamente), a los que ha dejado atrás Griezmann, de leyendas del club y de representantes de los equipos de la Academia del Atlético, con los que también compartió un momento en el escenario, el atacante explicó qué sabía de Luis Aragonés cuando llegó al club en 2014.

"Un gran entrenador que había ganado en todas partes. Al final, te das cuenta de lo que representa Luis cuando llegas aquí. Hay un montón de frases suyas en el estadio. La mítica frase de no se pisa el escudo. Vas aprendiendo. Todos los niños de la cantera igual. Admiración hacia él. Para mí, era una leyenda y una meta para mí, poder llegar lo más cerca posible de igualar los goles. Es bueno tener gente que te lleva al límite, a ser mejor", dijo.

Griezmann también es el primer goleador de la historia del Metropolitano. "Cuando estás en un club que te encuentras muy bien y estás feliz, era una oportunidad gigante para mí, para entrar en la historia del club. Ser el primer goleador era una cosa que tenía muchísimas ganas y salió todo bien", recordó. Lo logró en 2017 contra el Málaga.

Simeone y el gol al Bayern en 2016

"Soy un afortunado como entrenador de haberlo podido acompañar en esta cantidad de goles que le tocó marcar", expresó Diego Simeone, su entrenador, durante un momento del acto, en el que compartieron sofá en el escenario ante las preguntas del presentador.

"Para jugar en el Atlético de Madrid no alcanza con ser buen futbolista, hay que tener algo diferente. Él lo tuvo y lo sacó. Allá en Bilbao (en 2014-15, cuando marcó tres goles, tras alternar suplencias y titularidades en el primer tramo de su etapa en el club rojiblanco) empezamos a tener un poquito más de amistad. Empezó a hacer goles, a generar todo lo que generaba, jugaba de extremo y hablamos un día de aprovechar todas sus virtudes y le generó tener otra posición en el campo más centrada", continuó el técnico argentino.

En aquella época, cuando no era titular tanto como lo fue después, antes de aquel duelo en San Mamés, Griezmann "no" tenía "dudas", pero sí hablaba con su mujer: "Esto no lo aguanto más, no entiendo qué quiere de mí...".

"Yo era un jugador que no tiraba mucho a portería y a veces él paraba el entreno para decirme que tirara. Me costó entrar en la dinámica del equipo, entender lo que quería de mí. Al final, con trabajo, con la ayuda de mis compañeros, seguimos para adelante... Y salió", añadió el delantero francés.

Entre todos sus goles, Simeone consideró que ha hecho tantos "muy bonitos", pero "por la importancia que tuvo y el partido" que era se queda con el gol al Bayern en Múnich con el que su equipo se clasificó para la final de la Liga de Campeones en 2016.

"Las semifinales de la Champions no son para muchos. Después de una carrera y un pase fantástico de Torres, en una de las pocas posibilidades que íbamos a tener, tuvo lo que tienen los diferentes en el lugar indicado, en la hora exacta y llevando al equipo a la final", recordó Simeone.

"Yo sabía que tenía que irme al espacio y hago una pared con Fer (Fernando Torres). Se me hizo un poco largo el camino hasta Neuer. Sale y ya vas pensando si la pico, si le regateo, porque era enorme, y al final la puse y entró", contó Griezmann, que de sus 175 goles con el Atlético se queda con la chilena que le marcó al Roma en el Metropolitano.

"Porque llevaba mucho tiempo sin hacer gol, me estaba costando mucho y ha sido un gesto sin pensármelo. Era un momento muy complicado para mí",  rememoró Griezmann, ahora el máximo goleador de la historia del Atlético de Madrid: 175 goles en 376 partidos. EFE


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