Cientos de judíos se congregaron en el centro ceremonial de la sindicatura de San Miguel Zapotitlán, en el municipio de Ahome, para dar inicio al primer día de la Semana Santa.
El Domingo de Ramos es una fecha especial para ellos, marcada por su visita al antiguo templo de la comunidad, donde hace 416 años los primeros pobladores fueron catequizados por misioneros jesuitas. En este día, danzan, oran y bendicen ramos de palma en conmemoración de la entrada triunfal de Jesús de Nazaret a Jerusalén, montado en un burrito, como es mencionado bíblicamente en los cuatro evangelios canónicos.
Esta tradición, arraigada por más de cuatro siglos, ha sido transmitida de generación en generación, siendo un método de evangelización dirigido a los indígenas Yoreme que habitaban la región, por el sacerdote Vicente del Águila, fundador de este pueblo señorial el 29 de septiembre en 1608. Con el propósito de educarlos en la fe y enseñarles la solemnidad de la pasión de Cristo.
Después de los realizados con las palmas, los judíos se preparan para celebrar los días más importantes de la Semana Santa, con ritos que reflejan su cultura y tradición, y con los cuales honran a sus antepasados.
