Tras la balacera en el Ejido Sánchez Célis el domingo pasado, un grupo de mujeres se concentraron en una yarda de tráilers, donde se presume había personas sin vida.
La mamá de Omar, un joven de 17 años, dice que su hijo le marcó por teléfono a las 5 de la mañana para pedirle ayuda. Explicó que se había quedado encerrado en la yarda y no podía salir junto con otros menores de 11 y 14 años de edad.
Dio a conocer que los jóvenes trabajaban en el sitio limpiando los tráilers, entraron a trabajar a las 4 de la mañana y minutos despues, cuando inició la balacera entre elementos de la SEDENA y civiles armados, no pudieron salir del sitio.
Horas más tarde, pedían ingresar al sitio. Aseguran que su hijo y el resto de las personas fueron abatidas por los elementos de seguridad federal.