Culiacán está volviendo a la normalidad pero en medio de una crisis de inseguridad y una psicosis social que se han enmarcado en más de una semana de enfrentamiento armados, asesinatos, secuestros y daños patrimoniales.
Desde el martes pasado, se pudo observar un incremento en la afluencia vehicular, mayormente de personas que acudían a sus centros de trabajo.
Amas de casa que acuden a los supermercados y comerciantes casi 100% que están subiendo la cortina de sus negocios para reactivar la economía y no generar más pérdidas.
Los restaurantes mantienen sus operaciones con normalidad.
Las rutas del transporte público también han retomado sus actividades con una operación del 80%, a pesar de que todas las rutas están activas, aún hay pocas unidades.
Las banquetas del primer cuadro de la ciudad se ven pobladas a diferencia de días pasados, así como algunas zonas recreativas de la ciudad.
Quienes dicen que no, son padres de familia que temen por la seguridad de sus hijos y no los han enviado a clases.
Aún y con los hechos delictivos que siguen ocurriendo en el municipio de Culiacán, la zona urbana está recobrando.