La crisis hídrica que atraviesa Sinaloa en la actualidad se ha convertido en una de las más severas de los últimos años, con niveles de almacenamiento en las presas que han descendido hasta un alarmante 9%. Los municipios del norte y de la sierra son los más afectados, donde muchas comunidades dependen del suministro de agua a través de pipas, debido a la escasez en los sistemas de distribución tradicionales.
Juan Carlos Ruiz, jefe de Estadísticas de la Comisión Estatal del Agua, advirtió que la sequía, que ya se ha extendido por casi dos años, está obligando a las autoridades a priorizar el uso del agua para el consumo humano.
Entre las acciones implementadas para mitigar la crisis, se han promovido campañas de concientización sobre el uso eficiente del agua en escuelas, industrias y hogares. Además, se han impuesto sanciones económicas de hasta 5 mil pesos a quienes desperdicien el recurso, por ejemplo, lavando vehículos o banquetas con mangueras.
Las restricciones también han alcanzado a la distribución de agua potable en las ciudades, donde algunos municipios han comenzado a aplicar horarios específicos para el suministro. Sin embargo, Ruiz destacó que, aunque el panorama es crítico, se están tomando medidas para alargar la disponibilidad del agua y evitar un desabasto total.
Las autoridades estatales hacen un llamado a la población para extremar el cuidado del agua y sumarse a las medidas de conservación.