El Centro Cívico Constitución se ha transformado ante la mirada de Ofelia Rosas Flores, llegó un día vendiendo dulces en la búsqueda de ganarse la vida, ahora vende frutas y botanas.
En las puertas de este incónico lugar la señora Ofelia ve pasar deportistas, jovenes estudiantes y beneficarios de los programas de SEDESOL.
Pero la sociedad de Culiacán no es la misma que hace 58 años, ha cambiado desde la apertura del Centro Cívico Constitución.
A fines de los años 50 y principios de los 60 había poco que visitar en la capital de Sinaloa, el llamado “parque de los animales” era el punto de esparcimiento familiar.
Hoy en la era de comercialización y digitalización cada vez hay menos personas que acuden a pasear.
Ofelia Rosas Flores recuerda con nostalgia los días de algarabía y reuniones entre amigos y familias, muchos ya no asisten además compañeros de oficio se fueron en el viaje sin retorno.
La señora Ofelia es optimista y desde su espacio trabaja con dedicación para ofrecer al visitante del Centro Cívico Constitución un dulce o fruta para degustar durante su estancia.