El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se adjudicó el ataque perpetrado por un hombre la madrugada de este lunes en la Arena de Manchester durante un concierto de la cantante Ariana Grande, lo que causó la muerte de 22 personas, entre ellos niños, y lesionó a 59.
Un hombre habría detonado un “artefacto explosivo improvisado”, según la policía, y murió en la explosión. La policía de Mánchester anunció por Twitter que está detenido otro hombre de 23 años de edad por posibles conexiones con el crimen.
Police statement on incident at Manchester Arena pic.twitter.com/gaKASukx9a
— G M Police (@gmpolice) 22 de mayo de 2017
A través de sus cuentas “oficiales” en las redes sociales el grupo extremista publicó un video en el que se aprecia a un hombre con el rostro cubierto y quien afirma que fue uno de sus “soldados” el que realizó el atentado.
Además, anuncia que habrá más ataques contra el Reino Unido y los países aliados de Estados Unidos.
“Uno de los soldados del califato colocó una bomba entre la muchedumbre. Esto es sólo el comienzo. Los leones del Estado Islámico y el Sham han iniciado ataques contra todas las cruzadas”, asegura el sujeto.
La grabación termina con el individuo mostrando un cartel que dice: “Manchester 22-05-2017” y luego grita: “Alá es grande”.
#ISIS releases English-language version of claim for #Manchester bombing pic.twitter.com/j8n6lHt1eQ
— SITE Intel Group (@siteintelgroup) 23 de mayo de 2017
Además a través de las redes sociales partidarios del EI celebraron el atentado en Manchester.
Autoridades británicas identificaron al perpetrador del atentado como Salman Abedi, según la agencia de noticias AP. El terrorista suicida de 22 años, procedía de Manchester. Abedi era hijo de refugiados libios que llegaron a Reino Unido huyendo del régimen de Muamar el Gadafi.
Este es el peor ataque en Inglaterra desde una serie de atentados coordinados el 7 de julio de 2005 contra el sistema de transporte público londinense (en esa ocasión fueron asesinadas 52 personas) y fue muy similar a atentados sufridos en París durante noviembre de 2015, cuando milicianos vinculados al Estado Islámico atacaron una sede de conciertos, un estadio y varios bares.
La primera ministra británica, Theresa May, se pronunció la mañana de este martes y dijo que las autoridades tendrían un indicio de la persona responsable de detonar el explosivo, pero que no han podido confirmar su identidad. May dijo que el ataque fue un acto de “cobardía apabullante y repugnante”, en particular por cómo atentó contra “personas jóvenes indefensas”.
We all – every single one of us – stand with the people of Manchester at this terrible time. pic.twitter.com/vMTwaBbncl
— Theresa May (@theresa_may) 23 de mayo de 2017
May también indicó que la alerta terrorista en Gran Bretaña se mantendrá en el nivel “Severo” durante los próximos días; este nivel sugiere que un ataque es altamente probable y solo está por debajo del nivel “Crítico”, el más alto.
Además del atentado de julio de 2007, Inglaterra acaba de vivir un golpe con indicios terroristas en marzo. Un hombre británico de 52 años arrolló a personas sobre el puente de Westminster y mató a cuatro antes de irrumpir en el parlamento, donde apuñaló a un policía y fue abatido. El Estado Islámico también reivindicó ese siniestro.
El martes por la mañana se reportó un incidente en el centro comercial de Arndale, también en Mánchester, el cual fue evacuado. Sin embargo, la policía dijo que la persona detenida no tendría conexión con lo sucedido en el estadio.
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