Un bebé canadiense de ocho meses parece ser el primero en el mundo que no tendrá una designación de género, al menos en su tarjeta de vacunación y sus padres esperan que pronto pase lo mismo en su certificado de nacimiento.
Kori Doty, quien no se identifica ni como hombre ni como mujer, dio a luz a Searyl Atli en noviembre pasado en Columbia y tiene como objetivo que su hijo descubra su propio género.
La tarjeta de salud se ha emitido con una “U” en el espacio para “sexo”, que podría ser para “indeterminado” o “sin asignar”.
Ahora, Kori Doty está luchando para omitir el género en el certificado de nacimiento, argumentando que una inspección visual al nacer es incapaz de determinar qué género tendrá esa persona o como se identificará más tarde en la vida.
"Estoy criando a Searyl de tal manera que hasta que tengan el sentido del yo y el mando de vocabulario para decirme quiénes son, los estoy reconociendo como un bebé y tratando de darles todo el amor y apoyo para ser la persona más completa que puede estar fuera de las restricciones que vienen con la caja de los chicos y la caja de las niñas".
Kori Doty, un educador y miembro de la comunidad que es parte de la Coalición de ID de Sexo-Libre, que intenta que la asignación de género en documentos similares sea posterior y decidida por la persona. Afirmó que aquellos que se sienten diferentes a la designación de género asignada al nacer enfrentan varios problemas más tarde en la vida tratando de cambiar sus documentos.
Además, Doti es uno de los ocho litigantes de esa asociación que también han exigido a los tribunales canadienses que esa U conste en sus documentos oficiales.
“Cuando nací, los médicos miraron mis genitales e hicieron suposiciones acerca de quién sería, y esas asignaciones me siguieron durante toda mi vida”, dijo Kori Doty. “Esas suposiciones eran incorrectas, y terminé haciendo muchos ajustes desde entonces”, y sostiene que asignar el sexo al nacimiento es una violación de los derechos humanos del niño.
En el caso de Searyl Atli, el padre dijo que las autoridades se han negado a emitir el certificado de nacimiento sin una designación de género, por lo que el padre ha solicitado una revisión judicial del caso.
La abogada que lleva el caso, Barbara Findlay afirmó que "la asignación de sexo es esta cultura es hecha cuando un médico levanta las piernas del recién nacido y mira sus genitales. Pero sabemos que la identidad de género del bebé no se desarrollará hasta algunos años después de su nacimiento".
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