Josh Harrison se convirtió en la pesadilla del abridor de los Dodgers Rich Hills tras romper el juego sin hit ni carrera del norteamericano en la décima entrada, además de dejarlos en el terreno.
Hills se mantuvo en la loma de los disparos hasta la parte alta de la décima entrada, donde el segunda base de los Piratas recibió a un ya cansado abridor. Fue con cuadrangular por la pradera derecha que Harrison dejó tendidos a los angelinos y con el cual rompió el cero para colocar la pizarra 1-0.
El serpentinero llegó a esa décima entrada con nueve entradas completas, sin imparables, además de 10 chocolates.
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