Un coche fue detenido en el nordeste de China por un oficial de Policía para una inspección de rutina cerca del aeropuerto. El conductor, sin embargo, ignoró sus órdenes y pisó el pedal del acelerador.
En su huida, arrastró al agente durante unos dos kilómetros en la carretera. El coche finalmente fue inmovilizado con la ayuda de dos conductores que bloquearon al vehículo, y el fugitivo fue arrestado.
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