En New Taipéi, China un hombre solicitó el divorcio tras descubrir que su esposa solo se bañaba una vez al año y no se cepillaba los dientes. Esto consiguió que el juez fallara a su favor y que el tribunal y sus abogados escucharan los argumentos que el hombré dió afirmando que había sido víctima de tortura psicológica al permanecer junto a ella a la fuerza.
El hombre cuenta que cuando eran novios se bañaba una vez a la semana pero después de casarse simplemente todo empeoró, "sus duchas semanales comenzaron a volverse mensuales y luego no se duchaba en absoluto, por eso no teníamos sexo. También me arrebató el derecho a tener un hijo" afirmo el aún esposo.
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