Si alguna vez has disfrutado del carnaval de Mazatlán seguro lo has escuchado más de una vez. Es ese son acompañado de trompetas que hace brincar el corazón de emoción, que lleva en cada nota la combinación perfecta de alegría y melancolía, pero sobre todo que trae consigo el mensaje que todo mazatleco espera a lo largo del año.
Se trata de Los Papaquis, ese son que nos dice que el Carnaval finalmente ha llegado.
La palabra se deriva del vocablo azteca “papaquiliztli”, que significa gozo o alegría y vaya el fiesta carnavalesca es motivo de gozo. Este son se utiliza en diferentes partes del País para ambientar algunos juegos o bailes especiales relacionados con el carnaval, y en algunas parte del centro y sur de México aún se toca para celebrar santos y cumpleaños; sin embargo en Mazatlán es exclusivo del carnaval, pues se emplea principalmente para celebrar la coronación de la reina.
Su origen musical es incierto, ya que nadie sabe quién compuso la melodía que se ha ido pasando de generación en generación como parte de la tradición oral. En cuanto a sus antecedentes, el cronista Enrique Vega considera que datan de las últimas décadas del siglo XIX, desde antes que se celebrara el carnaval de “serpentinas y confeti”, como nosotros lo conocemos, sino cuando aún se practicaban los llamados “juegos de harina”.
En ese entonces, dos grandes bandos se enfrentaban con cascarones llenos de harina durante la fiesta carnavalesca: los del Abasto y los del Muelle, la primera fracción controlaba de la calle del Faro (hoy 21 de marzo) a la de Tiradores (hoy Zaragoza); mientras que el terreno de la segunda iba de la calle del Faro a la Playa Sur.
“Hay quienes hablan que en esos juegos de harina había un espacio para que los contendientes, sobre todo cuando fueron ya los dos grupos definidos, se enfrentaran en una especie de duelo verbal en el que que un cantante decía unos versos y el otro contestaba, y que a ese encuentro se le llamaba papaquis”, expresó el cronista mazatleco.
Esta teoría va de la mano con la idea de que el son, a pesar de ser anónimo, está diseñado para ser acompañado con versos que hagan alusión a la circunstancias de la región, razón por la cual suelen cambiar de una época a otra, incluso de un día a otro, pues en su mayoría se tratan de improvisaciones.
“No se conservan todos los versos, algunos se han ido modificando e incluso se agregaron posteriormente, al final es la música la que ya forma parte de la tradición”, expresó el también Director de Planeación del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.
Sin embargo, aunque existen crónicas al respecto, Vega asegura que las fechas no están claramente establecidas y que existe otra corriente que considera que el origen proviene de la traducción literal de la palabra “papaquis”, relacionando así el término con el motivo festivo y no con un hecho particular del puerto.
Con el paso del tiempo Los Papaquis pasaron a convertirse en un himno del carnaval, en parte fundamental de su esencia, pero tristemente poco se habla de ellos hoy en día, al grado que las nuevas generaciones están familiarizados con su ritmo, pero desconocen su nombre, su historia.
Este carnaval no dejes pasar la oportunidad de escucharlos no con los oídos sino con el corazón.
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