Referencia de encuentros, música y convivencia, el kiosco de la plazuela Álvaro Obregón no es el que originalmente se instaló en 1884. El primer kiosco fue inaugurado por el entonces gobernador, Mariano Martínez de Castro y era imitación del existente en la Alameda Central de la Ciudad de México.
De acuerdo al documento de Crónicas de Sinaloa, la estructura fue hecha en San Francisco California y era escenario de bandas musicales de fines del siglo 19 y principios del siglo 20. Pero en 1952 en la presidencia municipal de Manuel Rivas se autorizó retirar el kiosco para construir una refresquería y neveria, motivo por el cual se autorizó que el kiosco fuera donado a la comunidad de Quilá.
En 1969 en el periodo como alcalde de Mario Ramos, fue retirada la nevería y se construyó una fuente pero fue hasta 1979, es decir diez años después cuando cabildo autorizó instalar un nuevo kiosco que tuvo un valor de 220 mil pesos.
La estructura había permanecido como testigo del paso de los ciudadanos cuando en 2013 en el periodo como presidente municipal de Aarón Rivas Loaiza se autorizó la construcción de baños públicos debajo del kiosco. Pero debido a las protestas ciudadanas se frenó la autorización de intervención y fue aprobada la construcción de una biblioteca debajo del lugar. No cabe duda que este espacio de Culiacán tiene mucha historia.
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