De repente una tonada familiar inundó el ambiente, todo el estadio reconoció de inmediato la canción, pero no fue hasta que los tres hombres bajaron las escaleras entonando “MyHeartWillGoOn”, de la película Titanic, que los aplausos estallaron.
Las voces de Il Divo, durante la coronación de la reina de los Juegos Florales, Sofía I, no decepcionaron a los mazatlecos, pero la personalidad de los intérpretes falló en conectar con el público.
Tras disculpar la ausencia del integrante francésSébastienIzambard, debido a asuntos personales, el barítono español Carlos Marín quiso arrancar la velada poniéndole “calor”.
“Esta será una noche de bailes sensuales, bebidas, y mujeres hermosas”, dijo el español, quien estuvo acompañado de los tenores David Miller (Estados Unidos) y UrsBuhler (Suiza).
“Nos vamos a dejar llevar por el desenfreno”, agregó.
Pero no fue así.
El concierto lo tenía todo para ser un rotundo éxito: la calidad de la producción fue de primer nivel, las voces de la agrupación son verdaderamente espectaculares, y la combinación de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes y la Camerata Mazatlán fue exquisita, todo estaba ahí, menos al ambiente.
Lo que probablemente en inglés hubiera sido un divertidísimo concierto, en español se sintió acartonado y forzado, pues los cantantes se empeñaron en representar ciertos roles, siendo Marín, el seductor; Miller, el bromista; y Buhler, el mediador entre ambos.
Las referencias sexuales del español fallaron en arrebatar las carcajadas que se esperaba, ni tampoco levantaron grandes suspiros entre las mujeres.
Tras decir que aunque su cuerpo era el de un hombre de 50 años, su energía era la de un joven de 29 años, el barítono llamó a las mujeres solteras a levantar la mano, algo que pocas hicieron, y no le quedó más que fingir que habían sido demasiadas para contestar “organización, organización, que sólo tengo una noche”.
Las risas fueron muy pocas, y así toda la noche.
No fue hasta que el trío cantó canciones como “Bésame Mucho”, “Quizás, quizás, quizás”, “Por una Cabeza”, y “La Vida sin Amor”, que el público empezó a ambientarse un poco.
El concierto buscaba presentar los grandes éxitos de la agrupación a lo largo de sus 15 años de carrera, y fue muy exitoso en su ejecución de cada una de las piezas, como “No llores por mi Argentina”, “Alleluya”, “Adaggio”, la versión español de “Can’t Live” de Mariah Carey, y “TheImpossibleDream”; sin embargo, nunca lograron hacer que los mazatlecos se levantaran de sus sillas.
Curiosamente el clímax del concierto llegó al final, cuando cantaron impecablemente “A mí manera”, a lo que el público respondió levantando sus celulares iluminados al ritmo de la música y con una ovación de pie.
Finalmente el “otra, otra, otra” no faltó y cerraron con “Por Ti Volaré”, que también desató fuertes aplausos.
A la salida los asistentes se mostraban satisfechos y contentos con el show, pero las bromas respecto a los diálogos forzados no faltaron.
“Sólo les faltó decir ‘Santos recórcholis Batman’, estaba como que muy fingido todo”, dijo Oscar Gutiérrez, de 61 años.
“Estuvo muy padre, cantan bellísimo, pero me hubiera gustado que hubiera sido, no sé, como que más natural. Se veía que lo traían muy ensayado”, comentó Lidia Guzmán, de 31 años.



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