La señora Isabel Osuna, quien desde hace más de 14 años habita en el fraccionamiento Los pinos sobre la privada Alejandro Quijano que se ubica en las faldas del cerro del obispado de esta ciudad presenta un problema delicado, que si no se le da solución a la brevedad posible, las consecuencias pueden ser graves.
En repetidas ocasiones la señora ha pedido a la autoridad municipal que revise las condiciones de las viviendas que se ubican en la cúspide ya que poco a poco ha estado cayendo material con el que fueron construidas, lo que representa también un peligro para quienes en ellas habitan como para quienes se encuentra en las faldas del cerro, eso sin dejar de contar la basura que es arrojada por sus propios habitantes y que han llenado poco a poco el espacio que separaba la barda del cerro.
Señaló que su vivienda ya ha tenido afectaciones e incluso la barda que divide su casa con el cerro se encuentra cuarteada y frágil ante el impacto que recibe al caer los escombros.
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