Con la temporada de lluvias , cualquier baldío se llena de maleza que se convierte en un hábitat para plantas e insectos que luchan por el alimento y por la reproducción.
Entre los cientos de plantas que crecen en un pequeño terreno abandonado se pueden observar enredaderas que aprovechan la humedad para desarrollarse y extender sus zarcillos para trepar entre otras plantas y poder alcanzar la luz solar, con la cual realizan la fotosíntesis para producir los azúcares que requieren para su crecimiento.
Muchas otras plantas como la Higuerilla producen algunos frutos para atraer a decenas de especies de mariposas que al absorber su néctar permiten la polinización con lo cual logran su propósito de reproducción.
Algunos gusanos también aprovechan el crecimiento de las plantas para alimentarse de hojas verdes y en su momento construir su capullo donde realizará un acto de transformación de pupa a mariposa.
La vida es fácil de multiplicarse en un pequeño espacio donde habitan miles de especies de insectos y plantas gracias a las lluvias y la luz solar.
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