En la mayoría de las ocasiones quienes viajamos por carretera o caminos vecinales pasamos por alto lo que la naturaleza misma nos ofrece y no podemos disfrutar de su riqueza y abundancia.
A la vera del camino existe un jardín multicolor que crece con las lluvias de verano y nos regala todo un mosaico de flores y plantas dignas de observarse y apreciarse.
Comunes son en ésta temporada de lluvias ver como las enredaderas se trepan entre la maleza , arbustos y hasta en los árboles para ofrecer la corona de ángel, un conjunto de flores de un fuerte color rosa mexicano muy distintivo de la época.
El jardín natural se compone de infinidad de otras plantas que aprovechan las lluvias y la luz solar para iniciar la reproducción , por ello es que buscan la forma de atraer a los insectos a sus flores que abundan en colores amarillas, blancas, otras en color lila pues muchos de los polinizadores pueden ver la luz ultravioleta y estas flores les resultan atractivas.
El jardín de la naturaleza está en cualquier sitio y es abundante, pero sobre todo es simbolo de vida misma que se da en un abanico de colores.
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