Dos horas con 14 minutos fue lo que marco la diferencia de un simulacro que desde hace 32 años se realiza en la Ciudad de México recordando el temblor de 1985, a una realidad con un movimiento telúrico de magnitud 7.1 el 19 de septiembre del 2017.
Cuidad de México, Morelos, Puebla, Estado de México, Guerrero y Oaxaca fueron las entidades que se vieron afectadas por este movimiento.
El sismo dejo a 370 fallecidos y 7 mil 289 personas heridas, además de 11 mil 495 inmuebles dañados en la infraestructura, afectando a 30 mil personas.
La capacitación, la información y la respuesta inmediata de la sociedad y gobierno fue lo que logró salvar el mayor número de vidas a diferencia de hace 32 años, donde se contabilizaron más de 7 mil muerto sin dar un cierre del registro.
La sociedad se organizo, en un ambiente con ruido para poder escuchar si había una vida, se adopto la señal del brazo extendido al cielo y la mano en puño para guardar silencio.
Las primeras 24 horas fueron clave para ubicar y rescatar a las personas que se encontraban bajo los escombros.
La actuación de la sociedad fue indispensable como voluntarios o informando a través de las redes sociales, se llevaron despensas y artículos de primera necesidad para las familias afectadas, ya que la reconstrucción de las ciudades llevará de 5 a 6 años.
Una vez más la solidaridad del pueblo mexicano se reflejo y aun año de esta desgracia, no se tiene un censo total de inmuebles dañados y familias afectadas, pues hay damnificados que no han recibido apoyos.
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