La angustia de diez años finalizó para la señora Carmen Villarreal, asegura que Dios escucho sus oraciones y tiene esperanza de ver de nuevo a sus tres hijos presos en Malasia.
Años de tristeza, desesperanza y preocupación mermaron la salud de la señora Carmen, quien asegura la experiencia fue difícil, ya que la vida de tres de sus 12 hijos pendía de un hilo, de un juicio en donde el sultán no concedió el perdón a los tres sinaloenses.
Desde hace poco más de diez años que José Regino, Luis y Simón salieron de Culiacán dónde se dedicaban a fabricación de ladrillos, para trabajar en Malasia, pero antes de un mes fueron arrestados bajo acusaciones de narcotráfico, delito que es castigado con la horca en esa nación.
La defensa de los sinaloenses argumentó que los hermanos González Villarreal desconocían que se fabricaba en la bodega dónde fueron arrestados ya que ellos se dedicaban a labores de limpieza.
Durante el primer juicio, los hermanos fueron condenados a muerte, sin embargo con los años se apeló la sentencia, el perdón de la vida a cambio de 30 años de prisión.
Pese a la distancia y problemas de salud, la señora Carmen mantiene cerca de su corazón a José Regino, Luis y Simón.
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