Con estas temperaturas se antojan unos ricos hot cakes o quequis como coloquialmente los conocemos.
Cuando están lo días nublados el antojo es mayor, hay quienes se preparan y organizan para tener todo listo y degustarlos.
El aroma desde que lo están cocinando ya incita a probarlos, uno no es suficiente para cumplir con el antojo.
Hacerlo tiene su chiste, preparar la mezcla, poner la cantidad exacta en el comal o la cazuela, con la temperatura ideal para que se vayan cocinando poco a poco sin quemarse, conocer el momento en que ya se tienen que dar vuelta con la presencia de tantas burbujas.
Y una vez cocidos prepararlos al antojo del comensal, con cajeta, miel, leche condensada o mermelada de fresa o simplemente solos.
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