El dolor en las rodillas es reconocido por ser una característica del paso de los años en el cuerpo de una persona, la misma razón por la que te extraña que tú siendo tan joven ya tengas este tipo de problemas y provoca que te asustes.
Primero que nada, no te asustes y mejor intenta mantenerte en forma, hacer ejercicio y actividades para mantenerte joven, en forma y reluciente: correr, por lo menos, 55 minutos a la semana te puede dar entre tres a seis años de vida. Así, la actividad física te ayuda a reducir los riesgos de padecer enfermedades cardíacas y varios tipos de cáncer; la clave es que los hagas de manera adecuada para que evites anomalías en tus rodillas. Así que no, no estás envejeciendo, solamente tienes movimientos erróneos en tu cuerpo que te generan dolor.
1. Extensores o abductores de la cadera débiles
Tener flexibles los extensores de la cadera te ayuda a prevenir lesiones en tus piernas y en toda la parte inferior de tu cuerpo. Cuando tienes los extensores de tu cadera muy débiles, tu cuerpo pondrá una presión extra en los extensores de tus rodillas.
Por otra parte, los abductores se encuentran en ambos extremos de tus caderas; su principal función es llevar tus piernas hacia la línea media del cuerpo, pero también influyen en tus cambios de ritmo, velocidad y dirección. Cuando estos están débiles, provocan que tus rodillas hagan un movimiento indebido, lo mismo que te ocasionará que te duelan.
2. Tienes tu tronco muy demasiado recto
Cuando acostumbras a correr con el tronco muy erguido, provocas que tus rodillas y las articulaciones de la zona se dañen porque son estos los que se resienten cuando tienes una mala postura. Así para que tengas movimientos correctos y lo anterior no ocurra, lo mejor es que coloques tu tronco ligeramente inclinado hacia adelante, sin llegar encorvar todo tu cuerpo.
3. Te hace falta equilibrio
Cuando tienes escasez de equilibrio, reduces las habilidades que posees cuando respondes a los obstáculos que se presentan en el camino. Asimismo, si tienes el equilibrio indicado, puedes manejar no sólo aquello que te atormenta, también las fuerzas que ejerce tu propio cuerpo sobre el suelo y claro, puedes prevenir el dolor de tus rodillas.
Si quieres comprobar tu falta de equilibrio, intenta pararte en un pie y mantener esa postura unos segundos. Si quieres aumentar tu equilibrio, dobla o levanta una rodilla e intenta mantenerte erguido en una sola pierna por unos minutos; poco a poco aumenta la cantidad de tiempo para ambas piernas.
4. Seguro pisas con los talones
Si caminas y corres con los talones, puedes generar dolor en tus rodillas. Así que lo más recomendable es que procures moverte apoyando la parte superior de tus pies.
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