Fue un tres de mayo, precisamente un Día de la Libertad de Expresión pero de 20 años atrás cuando Dantiela Mendoza comenzó a dar sus primeros pasos en un mundo que se convertiría en su razón de ser, el periodismo.
Encargada ahora del departamento de Softnews que concentra las secciones de sociales, espectáculos, cultura y suplementos editoriales de uno de los periódicos de mayor circulación en el estado, asegura que ha sido esta profesión, la de informar la que le ha permitido ver la vida desde otra perspectiva.
Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras han colocado a México en el sitio 144 de 180 en libertad de prensa a nivel mundial, teniendo un registro de 125 periodistas asesinados por su trabajo desde el 2000, cuatro al menos este año, el último de los casos, el asesinato de Telésforo Santiago Enríquez, este jueves 2 de mayo en Oaxaca.
Para el consejero del Colectivo de Periodistas Por la Paz y la Libertad de Expresión y jefe de información en Noroeste, Marcos Santos estas cifras no dan motivo alguno para celebrar, pero sí para motivar un movimiento de mejora en el quehacer periodístico y exigir a los gobernantes garantías al ejercicio informativo y el derecho de una sociedad informada.
Tanto Marcos y Dantiela coinciden en que ser periodista se ha vuelto en una profesión de retos, encontrando con su etapa más crítica en la era actual, en la que no sólo debe cumplirse con el deber de informar con oportunidad, sino también de proteger la vida misma.
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