En el Cerro del Vigía de Mazatlán, vecinos se rehúsan a que una de sus mayores tradiciones fallezca.
Este tres de mayo, pese a que todo parecía ir en contra, reivindicaron su fé.
Por cuestiones de salud, los sacerdotes que habitualmente dirigían una peregrinación que partía desde la parroquia de Santa María del Mar en Playa Sur hasta llegar a la cúspide del cerro, no pudieron ser parte de la celebración este año, sin embargo con una ofrenda floral en manos los habitantes de la zona, entre ellos Ramón Zamudio Muñoz y su esposa, Lily Osuna tomaron la iniciativa.
A la convocatoria se sumaron ciudadanos de los alrededores, e incluso algunos visitantes de otros estados como Nuevo León.
Para las labores de limpieza que permitieran escalar el cerro los vecinos contaron con el apoyo de personal del Ayuntamiento.
Una vez en lo alto de la zona rocosa y teniendo de fondo una panorámica de toda la ciudad, realizaron una oración colocando la ofrenda floral junto a la cruz, desde donde pidieron por la paz de todas las familias sinaloenses.
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