Este 10 de mayo decenas de madres lejos de festejar con sus hijos salieron a las calles a protestar, a exigir volver a verlos.
En vez de reír en este día tan especial las madres lloraron, sufrieron y dijeron no rendirse nunca hasta encontrar a sus tesoros perdidos, esos tesoros que un día salieron de casa y ya no regresaron.
A los pies del Monumento a la Familia de este puerto, se observaron las fotografías de esos hijos, padres y esposos de quienes no saben nada; las mujeres con pancartas con frases como “¿Dónde estás?, regresa, jamás dejaré de buscarte, mi tesoro perdido”.
En algunos casos hijos que desaparecieron hace algunos meses, otros hace años, años llenos de dolor, sufrimiento, desesperación, angustia y sobretodo de búsqueda, de una búsqueda incansable que día día realizan.
Estas mujeres dejan en claro que el amor de una madre es incondicional y tan fuerte que no descansaré hasta encontrar a sus tesoros perdidos.
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