Hay personas que desde pequeñas tienen su vocación muy definida, Evangelina Beltrán Leal es una de ellas, tiene 25 años como maestra, supo fácil que era lo que quería ser.
Se convirtió en la primera maestra en su familia después le siguió sus pasos una hermana, y por si fuera poco está casada con un maestro.
Ha dado clases en todos los grupos, pero los que más le gusta son los de primero y segundo, y eso hace actualmente comparte sus conocimientos en primer grado “A” en la escuela Sócrates.
La situación de niños especiales o que tengan un problema que ella no pueda resolver es algo que le conmueve, señala Evangelina que aunque no quiera se lleva esos casos a su casa.
Con la tecnología y los niños tan despiertos es necesario que los maestros se preparen día con día señala Evangelina quien le quedan 3 años para jubilarse y no quiere pensar en esa fecha.
Mejor prefiere vivir el momento y recordar a tantos alumnos que ha enseñado y que ahora cuando la miran le demuestran su cariño.
Evangelina es querida por sus alumnos y alumnas, y sabe lo que esto implica aunado al compromiso de prepararlos, sentar las bases para el futuro.
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